miércoles, diciembre 26, 2007

After Xmas

La navidad ha terminado y con ella las hipocresías, la charlatanería, el deseo no deseado, sinvergüenzadas, etc.

Sin embargo no todo es malo, han pasado ciertas cosas que me han gustado, he pasado momentos bien chingones con mi familia, eso bueno.

Para mi, normalmente la navidad siempre ha sido estresante, la educación que me dieron fue la de felicitar hasta a tu peor enemigo, llevaba conmigo la consigna de que "En la navidad todo es paz, armonía y felicidad". FALSO. No hay nada mas irritante y mas chafa que felicitar y decirle buenos deseos a personas a las que no quieres ver ni en pintura.

La mayoría de los regalos se dan por compromiso, lo bueno es que en la oficina no hicieron intercambio de regalos. Nunca ha estado de acuerdo con los famosos intercambios de regalos, siempre me toca regalar algo (¬¬!, imbecil de eso se trata). Ademas de que es una gastadera de dinero, es irritante pensar en que tipo de regalo voy a dar. Algo útil, algo llamativo, algo de moda, algo inútil, algo. Imaginense: Tengo que darle regalos a mi familia, a mi pareja, a mis suegros (para quedar bien), a mis amigos, a mis enemigos, a mi jefe (para lo mismo). Prácticamente el poco aguinaldo que me dieron se fue en regalos. Regalos para aquí, regalos para allá, regalos para el perro (Machas, no me olvidé de ti, eres el único amigo fiel que no me ha mordido la mano, bueno unas pocas veces nomas pero "sin querer"). Hasta el perro es hipócrita.

Como sea, el problema no es tanto lo que vas a regalar, sino lo que te regalan. Hagamos un recuento de los algunos regalos interesantes que me han dado en los famosos intercambios.

  • En la primaria: me regalaron calzones.
  • En la secundaría: una caja de galletas (globitos).
  • En la prepa: mm nada, no me regalaron nada (se olvidaron que existo).
  • En el sevicio social un ajedrez artesanal (wow! este realmente me gustó).
  • En la familia política (...mente incorrecta): un perfume más chafa que las tetas de sabrina.
Como verán no he tenido buenas experiencias con los intercambios de regalos, fuera de eso mi pareja, familia y amigos siempre me han dado regalos muy chidos.

Por lo tanto este año decidí vengarme Muajajajaja, este año solamente participé en el intercambio con la familia politica. Antes de saber a quien le tenia que dar (un regalo, no pienses mal), ya sabía que iba a comprar: un craneo de esos que venden en las tiendas para metaleros.


Si, algo parecido a eso. Ya estaba saboreando el momento de ir a comprar la calaca y meterla en esas bolsitas de regalo inocentes de cowco. Muajajaja ya viene el sorteo quiero saber quien va a ser el afortunado, Muajajaja, me frotaba las manos cual niño travieso saboreando el dulce sabor de la maldad, entonces meto la mano al bote donde estan los papelitos, lo abro ansioso, torpemente por cierto, leo el nombre y..., y... [...], (suspenso), y el nombre era..., era el de mi pareja!, maldición. A ella no le puedo regalar eso.

Pues ya ni modo, fui a una tienda departamental, de esas tipo Liverpool y le compré un regalo muy mono (literalmente, un peluche de un orangután). Mi pareja tuvo suerte ya que antes le había comprado un reloj carisimo (bueno, ni tanto. Estaba de oferta y con descuento, pero le encantó), mas el peluche, quedo encantada no se lo esperaba. FELICIDAD.

En fin, esta situación me ubico realmente el propósito de la navidad: compra, compra, compra, gastos, deudas, borrachera, HAPPYNESS.

Existen algunos placeres un tanto olvidados, pocas veces sentidos y raros: uno de ellos es ver la alegría y felicidad de la persona que quieres sin importar el valor económico del regalo. Regalar es un arte por eso pocos lo disfrutan.

En resumen, estas navidades (no se por que se expresa en plurar, si solamente hay una por año) tuve la dicha de hacer feliz a alguien, ese señoras y señores es el verdadero sentido de la navidad, regalar felicidad.

[...]

Aunque algunas veces el bolsillo sufre. ¡Que se joda! valió la pena.

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