viernes, octubre 31, 2008

A Proposito del Hanal Pixan

Creo en mi Mérida, en Progreso, Tizimín, en Otzctutzcab, en Tzucacab, en mis pueblos mayas de mi Yucatán como el centro del universo y en el sol y las estrellas que giran a su alrededor.

Creo que tanto Chichén Itzá como en las otras muchas obras monumentales que los ancentros mayas edificaron como Uxmal, Kabah, Sayil Ek Balam y Dzibilchaltún y decenas se sitios arqueológicos mas son el centro cultural de la península y de todo el universo.

Creo en el Tolok que valiente respira el calor del medio día en su albarrada y en el xhail que trepa los muros y que visten el paso de los campesinos que van a su milpa,

Creo el la laja del suelo que pisamos y en el meteorito de Chicxchulub que borró a los dinosaurios, más no a todos porque quedaron muchos en el PRI, de la faz de la tierra.

Creo en las cinco estrellas de mi bandera, que marcan el territorio y las cabeceras de mi peninsula, antes que un mentecato general la dividiera por temor al poder de los yucatecos,

Creo en los murales de Castro Pacheco, en las bancas confidentes de la Plaza Principal, en las lluvias de oro y laureles que engalanan mi Paseo de Montejo, en los flamboyanes que encienden mi avenida Colón.

Creo en la Catedral más antigua en tierra firme, y en el Convento de Izamal, en los conventos y construcciones coloniales de La Ermita y Santiago, en el Faro de Progreso, en la Aduana de Sisal, en el Convento de Valladolid, en la edificación de la expenitencieria.

Creo en las olas del mar que dan a Progreso, a Chelem, a Sisal, a Chabihau, a Telchac, a Las Coloradas, al Cuyo a Celestun, un rostro humedo y que enseña en sus rias y cienagas la vida de la biodiversidad.

Creo en los secretos de las grutas de Loltun y en el agua pura de los mil cenotes de mi tierra.

Creo en la chaya y la pitahaya, en la dulzura, el saramuyo, la anona, el tamarindo, la ciruela y las piñuelas que dan más sabor a mi vida mestiza, en el culto al chile habanero y a las chinas, mandarinas, lima dulce, cajeras, naranaja agria que parte de Oxkutzcab y se riega por todo mi huerto yucateco.

Creo en la Ceiba, donde reponsan las almas de mis ancestros, en el Pich, el Chacá, el flamboyán y en la fibra del Henequén que nos dio nombre en el mundo.

Creo en el faisán y en el venado, la codornis, el jabalí, en el jaleb, en la gallinola, en los flamencos rosados de Celestún y Rio Lagartos.

Creo en el X´Tabay, en los aluxes y en el enano de Uxmal, que consolidan la pasión de las tradiciones de quienes han sembrado con amor y esta mìtica tierra.

Creo en la vaquería, en la música y músicos, en la bomba yucateca y en la jarana con sus mestizas de terno, rebozo y rosario de filigrana.

Creo en los sueños socialistas del primer gobernador humano e indigenista Felipe Carrillo Puerto y en los ojos de la Alma Reed, que inspiró a mis artistas a componer ‘Peregrina’.

Creo en el canto y sentimiento de Gustavo ‘Guty’ Cárdenas y en la palabra escrita de Emilio Abreu Gómez, de Antonio Mediz Bolio, de Ermilo ‘Chispas’ Padrón, de Luis Rosado Vega, de Ricardo Palmerín, de los decenas y decenas de poetas, juglares y escritores que han descrito con lagrimas y alegrías la vida de mi terruño.

Creo en los panuchos, los huevos motuleños y los lomitos de Valladolid, en el frijol con puerco, la cochinita pibil y los papadzules, en el dulce de papaya con queso de bola y en el mazapán de pepita, en el refresco de lima, la horchata y el Xtabentún; y por sobre todas las cosas,

Creo en el mucbilpollo y el relleno negro que encontraré en mi altar cuando regrese mi alma desde el Xibalbá en la noche sagrada del Hanal Pixan.

CREO, SIEMPRE CREERÉ EN YUCATAN

AMEN


Visto en: WarexParty.

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