lunes, febrero 25, 2008

A REAL LOVE HISTORY IV

NO TENGO MANOS.

CAPITULO IV.
MEXICAN GANGSTA, THE DARK TUNNEL.

Masiosare escuchaba con atención las palabras de 'El Finito'; su voz, que al paso de los segundos se apagaba un poco más.

'El Finito' le decía:

- Mi vida ha sido un infierno, nadie nunca me ha ayudado. Y ahora que me estoy muriendo tu vienes y me ayudas, realmente eres Superman. Gracias a...

'El Finito' palideció, se le desorbitaron los ojos. Masiosare se percato de ello y se preocupó.

'SaydiBebé' se encontraba parado justo detrás de Masiosare y le apuntaba con un arma directamente a la altura de pulmón izquierdo. 'El Finito' no atinó a decir nada, las palabras no le salían y pudo ver en los ojos de 'SaydiBebé' que las balas tenían los nombres de ambos.

La gente que se encontraba rodeando la escena del accidente corrió al ver el arma en manos de 'SaydiBebé'

Momentos antes 'SaydiBebé' había recibido una llamada de su padre y le dió instrucciones de eliminar a los involucrados en el accidente, su padre y la gobernadora se encargarían de lo demás. 'SaydiBebé' acostumbrado a eliminar sus problemas de esa manera, no lo dudo.

Tomó de la guantera un arma tipo Magnum, con cacha de oro y su nombre grabado en letras de obsidiana. Era un regalo de su amigo especial: el hermano del ex gobernador de Yucatán llamado 'El Patito'.

Sintiendo el peso del arma en sus manos, 'SaydiBebé' salió del auto. Con paso firme rodeó por la parte trasera y se dirigió hacia el asiento donde estaba Masiosare auxiliando a 'El Finito'.

Masiosare, al percibir la mirada de miedo de 'El Finito', volteó hacía donde 'El Finito' miraba y mientras daba vuelta, sintió el frio metal en la nuca. No se movió, su respiración se detuvo, sintió el peor miedo que nunca había sentido, sus piernas le flaqueaban y una lágrima caía por su mejilla. En ese momento comprendió todo, le había llegado la hora. El metal que tenía en la cabeza era el marco de la puerta del auto.

Lo supo porque 'El Finito' hizo un gesto como diciendo: 'No, estúpido, salte para que veas'.

Detrás de Masiosare 'SaydiBebé' cortó cartucho, el prepotente junior ahora tenía el arma a escasos centímetros de Masiosare y dijo:

- No me queda otra opción, tendrás que morir.

Con el entrenamiento que había recibido en la academia de policías y el temple curtido en infinidad de situaciones violentas, Masiosare aún de espaldas le propinó una patada en los genitales a 'SaydiBebé'. El junior, adolorido por el golpe se hecho para atrás. Disparo 2 veces pero ninguna bala dió en el blanco. Enseguida se pudo oír los gritos de la gente y se veían personas corriendo por todos lados.

Masiosare cerro la puerta del auto y con un salto felino llegó hasta el asiento del conductor. 'SaydiBebé' disparó hacia el auto, las balas rebotaron y una se le incrustó en el hombro. Era un vehículo oficial y estaba blindado. Estúpido juniorsete.

Dentro del auto 'El Finito' luchaba por no cerrar los ojos, sabía que si los cerraba ya nunca más vería un amanecer. Miró hacía adelante y pudo ver en el espejo los ojos determinados de Masiosare tratando de poner en movimiento en auto.

'Saydibebé' se reincorporaba lentamente, enojado y con odio en su mirada, ahora caminaba más lento, el auto no arrancaba y sabía que 'El Finito' no podía moverse. Pensó: 'Abro la puerta, disparo sobre el herido y después al policía'.

Fácil.

Mientras 'SaydiBebé' se recuperaba, en la radio de Masiosare se oía una voz que Masiosare reconoció al instante, era la Gobernadora Preciosa.

Por la radio la Gobernadora decía: 'Masiosare, me comenta el comandante que estás en la escena del accidente, reporta la situación inmediatamente'.

Masiosare quedó en estado de shock, su único amor le llamaba por la radio, el auto no arrancaba y fuera 'SaydiBebé' estaba poniendose de pié. No supo que hacer, dejó de respirar.

Con mano temblorosa cogió el radio y presionó el botón para contestar. Con la voz quebrada por el miedo dijo:

- ¡Aquí el oficial Masiosare reportando un 10-14, repito 10-14, estoy siendo atacado con arma de fuego! necesito refuerzos. ¡Repito! ¡Me atacan con arma de fuego!

La gobernadora preciosa le dijo:

- Masiosare, ¡No puede ser cierto lo que me dices!
- ¡Si lo es! ¡No tengo porqué mentir! ¡Manden refuerzos inmediatamente!

El auto seguía sin arrancar, 'SaydiBebé' avanzaba lentamente hacía el auto. Ahora estaba a solamente 5 pasos de la puerta. Cortó cartucho. Masiosare trataba frenéticamente de hacer funcionar al auto. 'SaydiBebé' se aproximaba lentamente como una terrible agonía.

Ahora estaba a 3 pasos, nada lo detendría. Abrió la puerta del copiloto y Masiosare supo que nuevamente había llagado la hora, miró los ojos inclementes de su agresor. Se quedó inmóvil.

'Saydibebé' dijo:
- Ahora sí, de esta no te salvas.

Como si fuera la pelicula 'Matrix' o como si existiera el 'Bullet Time', Masiosare vió como giraba el cargador de la pistola a una velocidad dolorosamente lenta pero incontenible, vió como los músculos de los dedos de 'SaydiBebé' respondían y presionaban el gatillo con decisión.

De repente todo fue oscuridad, tinieblas. Masiosare se desplomó y se hundió en la más profunda inconsciencia. 'SaydiBebé' igual corrió con la misma suerte, con la diferencia de que tenía una herida en la cabeza. De la nada 'Marcos' que había presenciado todo, se armó de valor y golpeo en la cabeza a 'SaydiBebé' con un pedazo de madera que misteriosamente siempre llevaba consigo.

Tomó el arma con un pañuelo y la guardó entre sus ropas. Despertó a Masiosare lo empujo hasta que quedó a un lado de 'SaydiBebé' y encendió el auto. Masiosare, estúpido como era, no sabía encender un auto. Su padre tomó la calle 60 y se dirigió hacía el norte de La Ciudad Blanca.

Mientras huían a toda velocidad, en el lugar del accidente llegaban los refuerzos y enseguida empezaron a interrogar a los testigos. El padre de 'SaydiBebé' y la Gobernadora Preciosa estaban ahí. Masiosare no contestaba la radio y miraba atento cualquier leve movimiento de 'SaydiBebé' que ya estaba recobrando el conocimiento. Todo se había complicado.

Fin del capitulo IV.

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